Cuando aquella Mujer, entro en la casa donde Jesus se encontraba, interrumpiendo la cena, sin ser aceptada por los que alli se encontraban, y abrio el alabastro que llevaba con ella, inmediatamente el lugar se lleno de aquel perfume, el cual vertio a los pies de Jesus. Solamente El y ella sabian porque lo hacia, ella lloraba y recordaba como la habia libertado y perdonado y esas lagrimas que caian a los pies de Jesus, eran de su corazon agradecido, las cuales se mezclaban con el perfume que vertio. Este fue un hecho que nunca sera olvidado, y quedo registrado en la biblia. Jesus recibe nuestra ofrenda de agradecimiento como una ofrenda de olor grato ante su presencia. Nosotros como Hijos de Dios, somos limpiados, perdonados por Jesus, al igual que esta mujer, somos lavados por la sangre preciosa de Jesus, y tenemos mucho que agradecer a nuestro Salvador, en la medida que somos agradecidos por el perdon de nuestros pecados, y todo lo que Jesus a hecho en nuestras vidas, podemos llegar a
Inspirandote a vivir con sabiduria y proposito en tu jornada de fe